viernes, 18 de julio de 2008

TRES HORAS CON EL JEFE


El titulo de este post, así en frió y fuera de contexto podría parecer un pasaje del infierno de Dante en "La Divina Comedia". Si lo contextualizo y digo que se trata de tres horas cara a cara, con Bruce Sprigsteen en su concierto de ayer en el Bernabeu, pues la historia cambia un poquito.

Para poneros en situación diré que no soy nada fan de este señor, pero sin embargo soy un politoxicomano del rock y de la música en directo. Por eso no dudo en coger la carretera y hacer cientos de kilómetros, cuando la ocasión lo merece, para ir a ver a una parte de la historia viva de la música y ayer la ocasión lo merecía. Debo confesar, que he intentado entrenar y ponerme al dia con su música, pues la entrada ha esperado pacientemente en mi cajón desde noviembre la llegada de este dia. Lo cierto es que su musica me gusta, pero cuando escucho un disco o veo videos de él en el Youtube me canso bastante pronto y los encuentro muy lineales, un poco monótonos y encima, el inglés no es mi fuerte y menos con ese acento americano tan marcado ( lo grande de este tio esta en sus letras). Pero gracias a dios, todo esto cambia con el citado personaje de cuerpo presente.

Apuramos para entrar hasta el último momento y pagamos el precio de las colas y de no llegar a la hora, menos mal que no empezó a su hora. Desde que el Boss irrumpió en el escenario vimos un autentico terremoto; que derroche de energia o como diría Jose Luis Moreno "...que garra, que fuerza...". El tio es un autentico Titán, no para ni un minuto, es energia pura. Encima está rodeado de una banda de músicos muy buenos, que le respaldan como lo que son, una pandilla forjada en los suburbios de norteamérica.

En cuanto a actutid, nada que reprochar, entrega al cien por cien con el público, recogiendo peticiones de canciones para que las interprete y concediendo algunos caprichos del respetable. Dejandose tocar y querer por el publico, la distancia entre los primeros espectadores y el escenario simplemente no existe, y bruce se acerca al público, se deja tocar, la gente canta con él y puede hasta aporrear las cuerdas de su guitarra. Algo que se le agradece mucho ( parece que este modo de populismo lo ha estudiado bien nuestra alcaldesa Rita Barberá, cuando baja a la arena y se deja querer por los mercados y las calles de la ciudad). Ese contacto tan directo con el publico le es devuelto en forma de rendicion incondicional, pocas veces he visto un estadio a rebosar tan entregado al escenario y un escenario tan entregado al público, durante nada menos que tres horas. Un autentico maratón, que apenas baja de intensidad, pero que a la vez resulta un tanto monótono, pero por lo menos a mi y me ha sorprendido, no se me ha hecho pesado y hubiese aguantado un buen rato más.

Otro detalle que me sorprendió es que sus letras son muy duras, hablan de una sociedad deprimida, oprimida, en definitiva, muestran la otra cara de la tierra de la democracia y las oportunidades, habla de los derrotados; pero su directo trasmite alegría, ganas de vivir y optimismo, vamos que sales reconciliado con la vida. Muchos de los grandes divos de la música deberían aprender de este ejemplo de entrega al público. Springsteen es sincero y combativo en sus letras, todo un ejemplo de honestidad, pero tambien sabe de donde viene. Sabe, como dice una estrofa de Los secretos " que se vuelve vulgar a bajarse de cada escenario", que todo lo que es se lo debe al público, a quien compra las entradas de sus conciertos, compra sus canciones, y las convierte en himnos, sabe que los que están bajo su escenario, algunos con 24 horas de espera para tocarle, son los que le dan de comer y los que le han puesto en su lugar. Y como sabe todo esto corresponde a su público como se merece, con respeto, entrega y trabajo, ofreciendo un trabajo bien hecho.

Y para finalizar una última reflexión, todos estamos llenos de prejuicios y yo no soy menos. No soporto a los americanos, a quienes componen el imperio que quiere dominar el mundo, no me gusta su prepotencia y su manera de creer que son el espejo donde todo el mundo debe mirarse y el ejemplo a imitar. Pero tengo que admitir que gente como Springsteen me hacen cambiar mi idea sobre este pais. Gente que desde dentro del imperio denuncian que es una sociedad podrida, donde se recortan derechos civiles y donde vales lo que vale tu dinero. Saber que existe una voz de la conciencia dentro del imperio, me hace reconciliarme un poco con él, pues si se la escuchase, el mundo podria ir un poquito mejor.

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