domingo, 27 de julio de 2008

EN BUSCA DEL NORTE


En la vida hay casualidades o extrañas coincidencias que no acabaré nunca de entender. No hace más que unas semanas andaba leyendo el libro " Viaje al centro de la tierra". Los protagonistas de esta historia encuentran un manuscrito antiguo que les lleva a un volcán en Islandia desde donde pueden acceder al centro del globo. Yo leía en esas páginas las descripciones del paisaje y la gente islandesa, con curiosidad, pero lo veía como un lugar bien lejano, casi inalcanzable. Por una de esas extrañas coincidencias de las que hablaba antes, mañana a estas horas estaré en un avión volando hacia ese extraño lugar, casi en los confines del mundo. Me gusta pensar en la idea de que ha sido el lugar quien me ha elegido a mí y no al revés. Ojalá que en estos momentos digamos oscuros de mi vida ( aunque para ser justos hay que decir que ha habido momentos de hermosas luces), mi camino me lleve hacia un lugar que me prepara grandes sorpresas y magníficos momentos, iluminados por la extraña luz del sol de media noche.

Así que mañana dejo por unos días el magnífico cielo Azul que me ha iluminado estas semanas y al que se que voy a extrañar y echar de menos y me dirijo al lejano norte. Dirigirse hacia el gran norte, en mi imaginario particular es sinónimo de aventura, de vastas regiones desoladas por una climatología atroz, de naturaleza en estado casi virgen,de escapar de la cotidianidad y cambiar por unos días el modo de enfrentarse a la vida, para vivirla de un modo más puro, más primigenio, en estrecho contacto con los grandes espacios donde el impacto del hombre es mínimo.El viaje físico es una viaje hacia todo eso, hacia tierras lejanas y distintos modos de entender la vida, pero el viaje importante es el viaje interior, el proceso mediante el cual nuevas experiencias nos hacen enriquecernos como personas, un proceso mediante el cual crecemos y maduramos. Estoy seguro que voy al encuentro de algo grande.

Pero como siempre que me enfrento a un viaje importante, en mi cabeza conviven estados de ánimo contradictorios. la ilusión por lo que se avecina y los miedos y las dudas de si todo va a salir bien, de si llevo el equipaje correcto..etc. Una vez allí se que esa mezcla de sensaciones va a continuar. Por un lado se que me voy a sentir un privilegiado por estar ante lugares que otros ni siquiera pueden imaginar que existan, ante una naturaleza salvaje, casi virgen y de una singularidad que la hace única en el mundo. Pero por otro lado y es algo que me sucede habitualmente, cuando me encuentro ante una naturaleza tan majestuosa, de una fuerza tal que crea volcanes capaces de hacer temblar el suelo y glaciares tan enormes que cuesta hasta imaginarlos, entonces me siento pequeño, me entra una pequeña ansiedad y me pregunto que coño hago yo en un lugar tan hostil y tan lejos de mi casa y de la gente que quiero. Todo cobra sentido después, pues en los recuerdos que quedan después en el archivo de la memoria, solo queda la belleza y grandeza de esos tesoros que guarda nuestro planeta. Los sufrimientos y las dudas casi quedan en el olvido y vuelve el deseo de ir de nuevo al encuentro de nuevos lugares y nuevas experiencias. Así que rindiendo un homenaje al gran film de Sean Penn, mañana camino " hacia rutas salvajes".

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