miércoles, 27 de agosto de 2008

EL GRAN DIA


Aún permanece en mis fosas nasales el profundo olor a tomate y en mis ojos el escozor del ácido de los miles de Kilos de esta hortaliza que se han derramado hoy en la plaza de mi pueblo. Como ya os conté ayer, este es un dia especial y aunque me he tenido que moderar y portar bien, pues la responsabilidad del trabajo bien hecho obliga a tener cuidadito con el ron caribeño, el dia no ha defaudado y he disfrutado como un cerdo.

Este dia tan largo empezó anoche como a las diez. Cena con los amigos de toda la vida, risas y recuerdos de anécdotas desde los tiempos de la guardería. Alegra ver como poco a poco este tranquilo pueblo se va llenando de gentes que nos visitan desde lugares tan lejanos como Japón o Austrália. Después de cenar de marcha y parando cada cien metros a saludar a gente que apenas ves durante el año.
Toda la noche recordando buenos tiempos y cultivando amistades. Con estas ocupaciones pronto clarea en el cielo. Toca ir a casa, cambiarse ir a almorzar algo, pues a la guerra hay que ir con el estómago bien lleno y de camino a la plaza.
Hoy mi destino era el ayuntamiento, donde los periodistas se reunen para cubrir el evento. Se me comen los nervios y solo tengo ganas de bajar, gritar, saltar y revolcarme por el suelo.
A las once en punto van pasando uno tras otro los seis camiones que forman la comitiva de este año. Al paso del primero, ese penetrante olor a ácido empieza a llenar todo el espacio y los cuerpos se tiñen de rojo. Hago las fotos de rigor desde lo alto y me voy como un loco a sumergirme en la marea humana de locura que tengo bajo mis pies.

No puedo desmadrarme mucho, pues tengo que ir a la caza de imágenes, pero aún así acabo revolcaádome por el suelo, jugando y pasándomelo en grande con gente que ni siquiera conozco. El toque surrealista lo han dado los amigos de "Malsujeto", que han grabado dentro un videoclip de una canción dedicada a la tomatina del que será su nuevo disco.

Al terminar me reuno de nuevo con los antiguos compañeros de la prensa y nos hacemos fotos mientras trabajamos con nuestras cámaras llenos de tomate.Para abreviar el cuento, que me lo he pasado en grande.

martes, 26 de agosto de 2008

COMIENZA LA CUENTA ATRÁS

Hoy es uno de esos dias en los que te apetece quedarte debajo de la sábana y no salir, escondiéndose del mundo, pensando que esa película no va contigo. Es alucinante la capacidad de hacernos daño que tenemos los seres humanos..., pero en fin, esa es otra historia. Hoy por lo menos tengo un buen motivo para levantarme y mover motores. Dentro de 24 horas empieza uno de los momentos más especiales para mi del año. Así que ahora mismo me pongo a recoger mis cosas y me voy al escenario de mi infancia para vivir algo que llevo esperando mucho tiempo. Mañana a estas horas los tomates empezarán a volar por la plaza de Buñol.
No recuerdo cuando empecé a disfrutar de esa fiesta, mirando las fotos familiares veo que mi padre me llevaba desde bien pequeño. Por eso ahora siento ese día como algo muy especial, siento esta fiesta muy mía, la he visto crecer. Cuando yo era pequeño apenas venía gente de fuera de Buñol y poco a poco ha ido creciendo, llevando el nombre de este pequeño pueblo a todos los rincones del mundo.
Pero además de todo esto me gusta porque es una fiesta muy divertida. Un canto de alegría colectivo. Donde se reúnen decenas de miles de personas en un espacio reducido, con el único propósito de pasárselo bien, en una situación de tintes surrealistas. A mi desde siempre me ha servido para sacar de dentro el mal rollo acumulado durante el año. Revolcándome en el suelo lleno de tomates, saltando, gritando... en fin, volviéndote un poco loco, sacas de dentro toda esa rabia contenida y acumulada durante el año. En definitiva, es una buena terapia contra el estrés.
Este año, por circunstancias no la voy a poder disfrutar como a mi me gusta. El trabajo obliga y me toca cubrirla. Hacer fotos y explicar al resto del mundo mi visión de esta locura a través de imágenes. Pero es algo que tampoco me desagrada. Es un buen reto, pues las condiciones de trabajo son muy malas, trabajas en medio de una auténtica lluvia de porquería y tomate, con muchísima gente comportándose como locos, mucha humedad... etc. Pero el resultado es gratificante. Las imágenes espectaculares y llenas de grafismo están ahí dentro y solo hay que ir a buscarlas. Así que mañana voy a por ellas.
P.D. Gracias a Benito Pajares por enviarme esta foto de la tomatina del año pasado.

lunes, 25 de agosto de 2008

SOBRE EL FINAL


De un tiempo a esta parte, uno pone la tele o las cibernoticias y solo encuentra muerte, muerte y más muerte. La absurda guerra de el Cáucaso, los muertos de siempre en Irak, los de siempre también sobre el asfalto, los menos habituales del accidente aéreo de Barajas y anoche de postre ocho desaparecidos en una avalancha en el Mont Blanc.
Como a todos, supongo, este tema es un tema que me ha hecho pensar mucho, e incluso me ha obsesionado en determinados momentos. Es raro entender el sentido de este pequeño milagro que llamamos vida. Pasamos por aquí un periodo breve de tiempo, desaparecemos en el momento más inesperado, vivimos un tiempo en la memoria de los que nos conocieron y desaparecemos en las sombras del tiempo como si nunca hubiésemos estado aquí.
Todo esto viene por la conmoción que genera ver una tragedia tan grande, tan cercana y sobre todo tan mediática como la que nos han servido y continuan sirviendo los noticieros estos dias. Seguramente en el mundo se vivan diariamente desastres de mayor envergadura, pero los vemos como una película, pues suceden allá lejos, en paises con señores con barba, chilabas y turbantes. Pero cuando sucede de repente, en la puerta de casa y en un elemento propio de nuestra vida cotidiana, entonces nos golpea, porque pensamos, joder, yo ha viajado en ese trayecto de avión a canarias, o en ese metro de valencia, o en ese cercanías de Madrid. Entonces la muerte se nos muestra a lo grande y nos hace plantearnos que sentido tiene este juego de vivir, que frágiles somos, que un día nos subimos a un avión para volver a casa o ir en busca de sueños y por una casualidad desaparecemos y ya no somos más que un montón de recuerdos en la memoria de quienes nos conocieron.
La guadaña de la pálida dama, como la llama Sabina, constantemente pasa a nuestro lado. Raro es el momento en el que no piense en ella aunque sea un momento cuando viajo en coche o en moto por esas carreteras llenas de locos, cuando camino por la cresta de una montaña con un abismo a cada lado, cuando subo a un avión rumbo a un destino lleno de ilusiones y ganas de conocer el mundo o cuando veo un reportaje sobre las enfermedades que arrasan la humanidad. En esos momentos muchas veces te preguntas si vale la pena correr determinados riesgos para hacer cosas que tienen en apariencia poco sentido, como escalar una montaña o ir en moto a dar un paseo por una carretera secundaria, donde un pequeño imprevisto o una desafortunada casualidad pueden resultar trágicas. Pero resulta que esas cosas son las que sí dan sentido a la vida, las que la endulzan y por las que vale la pena levantarse cuando estás en la cama, sin ganas de hacerlo deseando que la existencia solo sea una especie de película que no va contigo.
Con el paso de los años la idea que tenemos del final de nuestras vidas va evolucionando. Primero lo temes y no lo entiendes. De más mayor, a causa de convivir con ella, sigues sin entenderla pero la asimilas con naturalidad, como parte de nuestra naturaleza y cuando se la mire desde la vejez y desde la proximidad, supongo que se la verá con otra cara. Cuando ahora se me pasa por la cabeza la idea de que somos muy frágiles y que podemos desaparecer en cualquier momento y cuando encima nos lo recuerdan hasta la saciedad en los canales de televisión, más que el miedo a lo desconocido, persiste sobre todo el miedo al dolor y al sufrimiento, pero sobre todo el dolor que dejarías atrás en el caso de irte. Pero aunque a veces no le encuentre sentido a este juego, ni en ocasiones me apetezca seguir jugando, la vida te da mil regalos, mil momentos magníficos, que hacen que si valga la pena salir de la burbuja y enfrentarse a los peligros y riesgos del mundo. Tragedias como la del avión me hacer pensar que debemos disfrutar al máximo de nuestro paso por la existencia y sobre todo disfrutar de aquellos a quienes queremos mientras sigan a nuestro lado.

domingo, 17 de agosto de 2008

CASUALIDADES


Cuatro de la tarde de un cálido día de agosto. Llevo todo el día viendo la tele, primero como Nadal se convertía en campeón olímpico de forma magistral y después las carreras de motos y el noticiario, trágico como casi siempre. Hace demasiado calor en la calle y no me atrevo a salir. Tampoco me conviene hacer la siesta, que luego tengo el relog interno desquiciado y no duermo cuando debo. Así que busco en la estantería de los DVD`S y elijo uno de título refrescante, "Los amantes del círculo polar". De refrescante solo tiene el título y los hermosos y remotos paisajes de La Ponia, pues se trata de una tórrida, caliente, hermosa y extrañísima historia de amor surgida de la cabeza de Julio Medem.
La película cumple su función de entretenimiento,pero además me hace pensar y sentir...me gusta. Pero ese ambiente extraño tan propio de las películas del director vasco acaba calándome en el alma. En la historia juega un papel muy importante las casualidades. Como estas casualidades cruzan las vidas de dos personas y como marcan sus caminos futuros.
Como no tengo otra cosa mejor que hacer, me pongo a pensar. En como la magia de las casualidades ha traído a personas y momentos magníficos a mi mundo. El peso y la importancia que todas esas personas han tenido y siguen teniendo en mí.También en determinados sucesos que se han ido sucediendo de forma que a veces resulta difícil explicar. Hechos maravillosos y los momentos más duros de mi vida, como el ver desaparecer o alejarse a años luz a gente querida y ver desmoronarse un mundo que creías sólido y eterno a una velocidad de vértigo. Pero echando la vista atrás pienso que todas las piezas de ese puzzle encajan perfectamente,aunque en ocasiones no lo piense así o no lo vea con claridad. Cuando la distancia del tiempo permite volver la vista atrás sobre los recuerdos, te das cuenta de que efectivamente nada ha pasado porque si y que las personas y los hechos han llegado,se han ido o han sucedido en su momento preciso. Y a veces asusta tener la sensación de estar viviendo el guión de un plan trazado de antemano. Bien es cierto que también reconforta. Me cuesta creer en el destino. Es tan difícil demostrar su existencia como negarla, pero a veces suceden cosas de un modo y con unas consecuencias tales que me desconciertan.

Acabas por un conjunto de extrañas casualidades trabajando de algo que ni siquiera has soñado y que termina por marcar tu vida, te hundes en momentos duros, sin entender porque y con los años descubres que era necesario pasar por ese trago amargo para resurguir con fuerza, llegan y se van personas que acompañan tu camino e influyen en ti, te moldean y te abren nuevos caminos, aprendes de lo bueno y de lo malo. Al final te das cuenta de que ninguna pieza de ese complicado engranaje sobra, ni está ahí porque sí.
Por eso me niego a pensar que las extrañas casualidades que me rodean últimamente, son eso, casualidades. Se que van a marcar mi camino y que tienen un porqué, que los momentos difíciles que me esperan me van a hacer más fuerte y que los momentos hermosos que vivo y espero seguir viviendo tampoco son fruto del azar.

miércoles, 13 de agosto de 2008

UN SER MUY ESPECIAL


Esta mezcla entre mono Titi, Ewok y cánido en miniatura se llama Hada. Llegó a mi vida de casualidad, como casi todas las cosas buenas. Compartimos unos años donde aprendimos a querernos, a cuidarnos y a disfrutar el uno del otro. Igual que llegó se fue de mi vida, para seguir su camino. Es algo que me llenó de tristeza, pues su pequeño tamaño y su gran corazón me atraparon desde el día que nos conocimos. Afortunadamente esa separación no ha sido total y de vez en cuando regresa en cortas estancias a pasar unos días junto a mi. Vuelve a dormir en los pies de mi cama, vuelve a volverme loco cuando decide esconderse y tengo que buscarla por todos los rincones de la casa y sobre todo vuelve a darme su cariño incondicional y un amor perruno lleno de sinceridad.
Nunca había sentido algo así por un animal. Me costó mucho ganarme su confianza, pues es muy reservada y muy, muy asustadiza. Pero cuando logras conquistarla y se rinde a ti, te ofrece toda su magia. Tiene un don para intuir si estás mal o bien y sobre todo tiene una magia especial para hacerte sentir mejor, solo recostándose sobre tu regazo y mirándote con sus dos pequeños, pero profundos ojos negros.
Es una gran amante del sofá, muy casera, pero no por ello disfruta como la que más cuando hemos salido por ahí a la naturaleza. Juntos hemos recorrido mil senderos, kilómetros de carretera y sobre todo jugado en su lugar preferido, la playa. Cuando ve las amplias extensiones de arena, parece poseída por el espíritu de un animal salvaje, como si la llamada de la selva de Jack London volviese a sus oídos y corre y corre como una loca, se revuelca por la arena, salta y ladra de alegría. Que pena que los seres humanos nos creamos los reyes del mundo y nos permitamos la indecencia de prohibirles el acceso a unas playas que les pertenecen tanto como a nosotros. Así que cuando tenemos que ir a la playa lo hacemos como delincuentes, casi con nocturnidad e infringiendo la ley, pero ver esa alegría merece la pena.
También han habido momentos difíciles a su lado. la pureza de su raza hace que sea muy delicada, hay que vigilar mucho su comida, se ha puesto alguna vez enferma dándome sustos de muerte. Como todo animal requiere muchos cuidados y sacrificios, bajar tres veces al dia a la calle, llueva, nieve o haga un infierno de calor, medicación, vacunas, hacerle compañía, jugar con ella.... Pero todo ese tiempo que le dedicas te lo devuelve multiplicado por mil y hace que sin lugar a dudas valga la pena el sacrificio. No entiendo como aún hay ignorantes que piensan que los animales no tienen sentimientos y salvajes que maltratan y abandonan a estos nobles animales.
Bueno, sirvan estas palabras como el merecido homenaje a un ser que hace unos años me conquistó y que me ha dado momentos increíbles. Gracias Hada.

martes, 12 de agosto de 2008

QUE BONITA ESTA VALENCIA


Que bonita esta valencia, que si somos el centro de las miradas de todo el mundo, que si estamos de moda, que si proyección internacional, que si barquitos, que si cochecitos...... Todo este mensaje que estamos cansados de oir, pues si, algo de verdad tiene, pero ni de coña somos el centro del universo como pretenden hacernos creer. Creo que no voy a desvelar ningún misterio con lo que voy a contar, pero estoy indignado y por lo tanto voy a ejercer mi derecho al pataleo.
La ciudad circo que estamos creando pues está muy bien para quien la visita, por supuesto, llena de espectáculos, de payasos, de luces de neón, de fuegos artificiales.....pero para los que nos toca vivir esta santa ciudad el precio empieza a ser caro, a mi entender excesivo. Los fastos de todos esos eventos, de los que por mucho que nos quieran vender, no nos llevamos un duro los ciudadanos de a pie, los pagamos todos y cada uno de los ciudadanos que usamos a diario la capital. No solo me refiero a las molestias de los cortes de calles en los aledaños del puerto, al recorte de plazas de aparcamiento, recortes en servicios sociales, soportar a Papas y cardenales... sino también a un costo económico excesivo. Esta noche he tenido la desgracia de ir a recoger mi coche a la grúa. Bien es cierto que me merecía la sanción, pero lo que me he encontrado estaba por encima de los límites de lo tolerable. Nada más y nada menos que la broma se ha plantado en 138 Euros más 100 Euros de denuncia. Daba la casualidad que me acompañaba un canario y allá en Las Palmas, la misma broma cuesta 50 Euritos. Más del triple, me parece vergonzoso. Desde luego que esta noche he hecho un buen servicio a la ciudad, poniendo mi granito de arena en la pista de este gran circo en el que estamos convirtiendo a nuestra valencia.

domingo, 10 de agosto de 2008

DOCE DIAS Y MEDIO EN LA UTOPIA


Hace solo unas horas que acabo de regresar de pasar exactamente doce días y medio en la remota isla de Islandia. Supongo que todo esta demasiado reciente, las imágenes de una naturaleza salvaje de una belleza casi surrealista aún perduran en mis retinas. Todo viaje al final es un proceso de crecimiento personal y de enriquecimiento en el camino de la vida. Yo no se muy bien aún que me ha aportado todo lo vivido y supongo que eso será una señal positiva. Lo que si se es que hay algo latente dentro de mi que me dice que he vivido algo muy grande y que he tenido el privilegio de estar en uno de los lugares con una riqueza de paisajes y una pureza de los mismos como los hay pocos en la tierra.

Que me iba a encontrar ante una sucesión de maravillas naturales sin parangón era algo para lo que ya iba preparado, pero no por esto ha dejado de sorprenderme. Lo que sí me ha sorprendido y mucho ha sido el pueblo islandés. No estaba preparado ni prevenido de encontrarme ante la que seguramente sea el modelo de sociedad más cercano a la perfección que existe en nuestros días. Ha sido un choque muy fuerte para dos chicos venidos del país de la picaresca. Del mismo modo que nos impacta el caos y las miserias cuando visitamos el tercer mundo, esta sociedad nos ha dejado impactados por su manera de ser.


Nos ha sorprendido la buena educación de sus gentes, el respeto que se tienen, lo poco dados a las opulencias y a las apariencia, las grandisimas prestaciones sociales de las que gozan......en fin, lo bien que funciona todo. Sorprende que apenas hay policias, que en la tiendas no haya chivatos anti-robo ni un desconfiado dependiente detrás tuyo todo el tiempo, que la gente no haga trampas y respete los códigos de conductas, las normas y sobre todo respete al semejante, sorprende no ver en su calle comercial los escaparates de las marcas mas exclusivas, ver la cantidad de niños y mujeres embarazadas ( muy jovenes, a la edad que dictan las leyes naturales ), el grandisimo nivel cultural ( Donde desde los niños a los ancianos hablan inglés perfectamente ).... Son una sociedad amante de los placeres de la vida, aman la buena mesa, al acabar el día uno de los centros sociales más importantes son las piscinas de aguas termales, donde se va a socializarse, relajarse y asearse. Saben disfrutar de la noche, pues para lo pequeña que es la capital la vida nocturna es espectacular. Respetan el medio ambiente como se merece y pese a tener los tesoros naturales que tienen no hacen de ellos un fuente de ingresos, todos podemos disfrutar libremente y gratuitamente de unos espacios que no pertenecen a nadie.

El hecho de coger un coche y circundar la isla, sin una agenda definida, durmiendo donde te pillase la noche, improvisando sobre la marcha y haciendo todo tipo de locuras que se nos iban presentando, ha sido otro de los aspectos que le ha dado la grandeza a estos dias. No solo el dónde se viaja, sino que también el cómo se viaja son factores que marcan el carácter de un viaje. Somos poco amigos de los viajes organizados y de los programas, nos gusta viajar sin un plan trazado de ante mano, nos gusta la improvisación, viajar gastando poco dinero y disfrutando cada una de las sorpresas que ofrece el camino. Es una manera de viajar pesada e incómoda, largas jornadas, mal comer y mal dormir, kilómetros y kilómetros de carretera... pero es una forma de viajar que da unas saticfacciones dificiles de encontrar de otro modo. He tenido la suerte de compartir este y muchos viajes y kilómetros con un gran amigo que comparte esta filosofía, una persona muy distinta a mi pero con la que he aprendido a viajar y a compartir mil cosas, una personas con la que ha sido posible compartir 24 horas al día durante dos semanas y con la que los largos silencios mientras viajabamos hacia los lejanos horizontes islandeses no se hacían incómodos, con la que el respeto al compañero nunca ha faltado y con la que los momentos difíciles por el cansancio y las incomodidades han sido más que llevaderos, en fin una persona con la que espero compartir muchos miles de kilómetros en esta vida.

Poco puedo añadir a todo lo que se ha dicho de las maravillas de esta isla. Solo puedo decir que la manera en la que nosotros la hemos disfrutado ha sido espectacular. Recorrer los 2000 km de la Ring Road, la carretera principal que recorre el pais circularmente con un solo carril por sentido, en ocasiones sin asfaltar y por amplios paisajes llenos de grandeza que cambian como por arte de magia en cada recodo del camino, con una diversidad sin límites, recorrer cientos de kilómetros sin ver núcleos de población, ni presencia humana, ir a toda velocidad con un todo terreno por las pistas del interior de la isla, entre glaciares y desiertos volcánicos, vadeando rios y tragando el polvo del camino, es desde luego la mejor manera que se me ocurre para sintonizar con el latido de esta isla, que esta tan viva que se la oye respirar y latir a través de los volcanes activos que plagan la isla. Pero no nos conformamos solo con eso, conectamos con el glaciar más grande de Europa deslizándonos sobre su superficie con una moto de nieve, disfrutamos del silencio de los fiordos del norte en un Kayak, cabalgamos los rápidos de el East Glaciar River en una balsa de Rafting, levantamos el polvo de los caminos del interior de la isla sobre un imponente todo terreno, nos bañamos en piscinas naturales calentadas por los volcanes, caminamos sobre campos de lava y oímos el latir de la tierra en la multitud de volcanes que aún respiran a lo largo de toda la isla, cruzamos el círculo polar en la isla de Grimsey, bailamos Rock en un local de Reykiavik pinchado por una entrañable abuela rockanrolera.... en fín un verdadero canto a la vida y un montón de emociones intensas difíciles de digerir todas de golpe.