jueves, 2 de octubre de 2008

NOCHES

Las noches, sobre todo lejos de la ciudad y con un cielo despejado son preciosas.Cuando el gran disco de la luna llena reina sobre el negro de la madrugada y las brillantes estrellas le hacen compañía. Recuerdo días de acampada, noches memorables de verano, tumbado en el suelo, fumando porros y mirando al infinito; también recuerdo los sonidos de la noche en la amazonia ecuatoriana, mecido por el canto de los monos y un coro de aves nocturnas y como no la belleza de las noches de alcohol, fiesta y locura.

Pero también la noche, desde bien pequeñito me asusta. Es el reino de lo desconocido, de los misterios,de lo oculto y lo prohibido, tras las negras sombras mi sugestión cree ver ojos que te observan, pasos que te siguen, amenazas, peligros....Extraño en un mundo sin luz, donde viven las sombras. Te sientes pequeño, vulnerable.

En esas horas mágicas cruzamos el umbral y abandonamos nuestra consciencia. Cuando entramos en los dominios de Morfeo, dejan de regir las leyes naturales y sociales. En el territorio de los sueños podemos volar,visitar sitios lejanos, besar a quien queramos,ser quienes no podemos ser y vivir otras épocas.El tiempo no corre a través de relojes y un instante puede parecer una eternidad,podemos recorrer cientos de kilómetros en solo un segundo, las personas pueden cambiar de rostro en un solo instante,o incluso no tenerlo, ser amigos del alma personas que no se conocen, las muelas se nos pueden partir como cristal y el suelo se puede mover y romper bajo nuestros pies.El ser que habita nuestro interior, que algunos llaman subconsciente, campa a sus anchas por estos lugares. Nuestros miedos más subterráneos salen a flote y nuestros deseos reprimidos y amordazados se desatan. Rara vez recordamos nuestras andanzas por esos lugares y cuando lo hacemos parece que lo hayamos vivido completamente borrachos. Nuestra memoria se vuelve confusa, desenfocada.

En mis últimos visitas a estos mundos no he caminado sobre las montañas, ni me he bañado en cálidos mares. Tampoco he besado a las chicas que me gustan. Sin embargo me he cruzado con fantasmas, pero no de los de cadenas y sábanas blancas, sino que han tomado forma recuerdos del pasado que siguen estando latentes, las heridas que aún supuran. He visto su penetrante mirada acusadora y su desprecio.Al despertar en medio de la noche, tras la confusión y la duda, queda la tranquilidad de que ha sido solo un sueño...pero los sueños... sueños son. En pocos minutos estaré de nuevo de viaje. ¿Hacia donde me llevarán mis pasos esta noche?.

2 comentarios:

VolVoreta dijo...

Empezando por el final...deseo que te lleven a territorios más cálidos y sonrientes.
Como bien dices, el subconsciente nos traiciona cuando más débiles somos (dormidos), no tienen nada que ver con la oscuridad de la noche que, por otra parte, intuyo que también la disfrutas. Hay que cuidar los pensamientos que fluyen con la luz del día para que llegada la noche, no nos atosiguen las sombras...aunque nunca nos libramos del todo pues nuestro mundo subterráneo se llama así por algo...quizás si lo aceptamos, nos deje vivir un poco en paz. Las heridas se curan con el tiempo y con el bálsamo de la voluntad y la ayuda de los seres que nos comprenden (también de los que se han ido).
El primer párrafo me recuerda las acampadas en la Cueva de las Palomas (qué cosas!)

Gracias por esa noche estrellada (adoro Van Gogh, él también era un atormentado de la vida y fíjate lo que lograba plasmar).

Un beso

pau dijo...

No recuerdo hacia donde me han llevado mis sueños esta noche. Pero sí que he amanecido en un gran dia e intuyo que hacia un gran finde en el monte con los amigos de toda la vida.Gracias por tus reflexiones y tus consejos. Pasa un buen fin de semana.
Un beso.