domingo, 5 de octubre de 2008

CAÑALARGA

No acabo de entender muy bien el motivo de celebrar un cumpleaños.Cada año sin embargo lo celebro y tengo hay que decir que le alegran a uno el día cuando le llaman acordándose de él la gente que quiere.Hace unos años una celebración de cumpleaños significaba una gran borrachera, drogas, una noche de fiesta y algún que otro regalo. Este fin de semana sin embargo el plan ha sido diferente. Con la excusa de la celebración de mi venida al mundo, nos hemos metido en una casa de piedra, en medio de los montes de Cañalarga siete buenos amigos y un cachorro de perro. Sin más pretensiones que pasar unas horas juntos, en estos tiempos en el que el tiempo libre compartido con los amigos de la infancia escasea.

La receta para que estas últimas horas hayan sido tan mágicas ha sido simple: Comida sencilla, pero con el toque mágico del humo y las brasas.Risas y ratos de buena conversación. Jugar como niños. Tumbarte bajo el inmenso cielo azul, oliendo los pinos que te rodean, mecido por la brisa y dormitar calentado por el sol de otoño. La mirada inocente y los lametones cariñosos espontáneos de un cachorro de perro. La magia de esas noches en el monte, alejados del resto de la humanidad. El echizo del fuego en la chimenea cuando el frío se apodera de las noches de octubre. La cálida protección de una sencilla casa forrada en piedra y con un corazón de madera. Soñar de nuevo en un saco de dormir, codo con codo, con los amigos que te acompañan desde que tienes memoria y el lujo de que estemos todos bajo el mismo techo, a pesar de los años y la alegría de que no falte nadie.

Solo es algo remotamente parecido a lo que vivió Thoreau en los bosques de Walden, pero cada vez que vuelvo a esta casa de Cañalarga me viene a la cabeza su experiencia y sobre todo la mítica frase que escribió y que el cine adaptó a su manera en la película "El club de los poetas muertos":
"Fuí a los bosques porque queria vivir a conciencia,
queria vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida,
y dejar a un lado todo lo que no fuese vida,
para no descubrir en el momento de mi muerte,
que no había vivido".

2 comentarios:

VolVoreta dijo...

Pienso...
celebrar los Cumpleaños es una forma de dar las gracias por vivir un año más.
el mejor regalo...poder compartirlo con los amigos que uno ha conseguido mantener a lo largo del tiempo.
Tienes mucha suerte...
Feliz Cumpleaños!
Besos :)

pau dijo...

Es una buena forma de verlo. Sin lugar a dudas me siento muy afortunado y estoy de acuerdo que la amistad es el mejor de los regalos que se le puede hacer a una persona. Muchas gracias por tu felicitación. Un besete.