miércoles, 13 de agosto de 2008

UN SER MUY ESPECIAL


Esta mezcla entre mono Titi, Ewok y cánido en miniatura se llama Hada. Llegó a mi vida de casualidad, como casi todas las cosas buenas. Compartimos unos años donde aprendimos a querernos, a cuidarnos y a disfrutar el uno del otro. Igual que llegó se fue de mi vida, para seguir su camino. Es algo que me llenó de tristeza, pues su pequeño tamaño y su gran corazón me atraparon desde el día que nos conocimos. Afortunadamente esa separación no ha sido total y de vez en cuando regresa en cortas estancias a pasar unos días junto a mi. Vuelve a dormir en los pies de mi cama, vuelve a volverme loco cuando decide esconderse y tengo que buscarla por todos los rincones de la casa y sobre todo vuelve a darme su cariño incondicional y un amor perruno lleno de sinceridad.
Nunca había sentido algo así por un animal. Me costó mucho ganarme su confianza, pues es muy reservada y muy, muy asustadiza. Pero cuando logras conquistarla y se rinde a ti, te ofrece toda su magia. Tiene un don para intuir si estás mal o bien y sobre todo tiene una magia especial para hacerte sentir mejor, solo recostándose sobre tu regazo y mirándote con sus dos pequeños, pero profundos ojos negros.
Es una gran amante del sofá, muy casera, pero no por ello disfruta como la que más cuando hemos salido por ahí a la naturaleza. Juntos hemos recorrido mil senderos, kilómetros de carretera y sobre todo jugado en su lugar preferido, la playa. Cuando ve las amplias extensiones de arena, parece poseída por el espíritu de un animal salvaje, como si la llamada de la selva de Jack London volviese a sus oídos y corre y corre como una loca, se revuelca por la arena, salta y ladra de alegría. Que pena que los seres humanos nos creamos los reyes del mundo y nos permitamos la indecencia de prohibirles el acceso a unas playas que les pertenecen tanto como a nosotros. Así que cuando tenemos que ir a la playa lo hacemos como delincuentes, casi con nocturnidad e infringiendo la ley, pero ver esa alegría merece la pena.
También han habido momentos difíciles a su lado. la pureza de su raza hace que sea muy delicada, hay que vigilar mucho su comida, se ha puesto alguna vez enferma dándome sustos de muerte. Como todo animal requiere muchos cuidados y sacrificios, bajar tres veces al dia a la calle, llueva, nieve o haga un infierno de calor, medicación, vacunas, hacerle compañía, jugar con ella.... Pero todo ese tiempo que le dedicas te lo devuelve multiplicado por mil y hace que sin lugar a dudas valga la pena el sacrificio. No entiendo como aún hay ignorantes que piensan que los animales no tienen sentimientos y salvajes que maltratan y abandonan a estos nobles animales.
Bueno, sirvan estas palabras como el merecido homenaje a un ser que hace unos años me conquistó y que me ha dado momentos increíbles. Gracias Hada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lágrimas de felicidad, al leer estas palabras enfundadas de poesia. Gracias por dedicarle estas lineas a la niña pequeña. Cuando vuelvas de Chinatwon iremos a visitarte, por Hada pregunta que si le vas a traer arroz?
jjjj
besos