Acabo de ver una película que ya había visto y que he vuelto a recordar con gusto. Se trata de Stromboli, de Roberto Rosellini. Es una historia del neorealismo italiano que habla de la dureza de la vida y del refugio que muchos buscan en dios, aunque no siempre encuentren en él la paz. Pero lo que más me gusta de la película es el lugar donde está rodada, la pequeña isla de Stromboli. Es uno de esos lugares que cuando supe de su existencia me cautivó. Siento su llamada desde hace mucho tiempo y espero pronto ir a encontrarme con el volcán. Se trata de una isla diminuta, en medio del mediterraneo, no lejos de Sicilia. La isla es practicamente toda ella un volcán y dos pequeñas localidades. Mis sueños muchas veces se han dirigido hacia esa montaña saliendo del mar, es una imagen casi surrealista pero sin duda de una belleza extraordinaria. En ese minúsculo punto del mapa se unen en perfecta armonía dos fuerzas que de siempre han cautivado al hombre, la montaña y el mar. Su imagen excita mi imaginación con una fuerza inexplicable. Espero que pronto mis pasos me lleven hacia allí y sean mis ojos los que vean este portento de la naturaleza llamada Stromboli.
domingo, 25 de mayo de 2008
STROMBOLI
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