A LAS PUERTAS DEL SUEÑO

Me vienen a la cabeza estos días recuerdos de hace unos 15 años atrás, cuando unos muchachos de apenas 14 años se subían a un escenario improvisado en la plaza del pueblo que compartimos, con unos instrumentos que apenas sabían tocar. Estaban llenos de ilusión y de música de dudosa calidad. Un desenfoque en la memoria y de repente abro los ojos en una sala de Madrid y veo a esos mismos chicos crecidos, maduros musicalmente y a las puertas de lograr el sueño de tener el reconocimiento y respaldo empresarial que se merecen. Levantando el ánimo y emocionando a todos los que nos encontrábamos allí con la potencia de sus instrumentos, de sus voces y toda la energía que despedían a través de los amplificadores y sobre todo dando una lección magistral de rock sincero y de calidad.

Los he visto crecer, los he visto inumerables ocasiones en directo, con distintos nombres, algunos han quedado en el camino y otros han llegado para seguir tirando del proyecto. Esta semana tuve el privilegio de compartir la carretera con ellos con destino a la capital de España y ser testigo de uno de los momentos importantes de la historia de esta banda. Un momento que puede significar el premio a un trabajo intenso, bien echo, a miles de horas de ensayo, a los miles de kilómetros recorridos y horas de sueño para tocar allí donde se les reclamaba, a incontables puertas cerradas a las que han llamado en busca de una oportunidad, a la constancia, al no rendirse nunca y mejorarse cada día... en definitiva a creer en un sueño e ir a por él.

Me reconcilia con la vida ver que llega la recompensa al trabajo y al sacrificio, saber que los sueños, por muy grandes que parezcan, están al alcance de la mano. Desde estas líneas solo me queda felicitar a estos amigos, que están a las puertas del sueño, a estos pedazo de músicos, desearles que vuelen muy, muy alto y que esto solo sea el principio de algo muy grande.