sábado, 26 de abril de 2008

PASION POR EL FUEGO

Esta pequeña galería de fotos pretende mostrar una de mis grandes pasiones, que es una pasión muy extendida por estas latitudes. Hay algo mágico en el fuego, en el ruido, en la noche. Ya desde niño y aún cada dia cuando me encuentro ante una mascletá, un correfoc o simplemente mirando una hoguera en las noches, algo se enciende en mi alma y me aviva una especie de nostalgia, como el recuerdo de un antiguo amor.

Ancestralmente el hombre siempre ha sentido un respeto y una admiración hacia el fuego. Al principio de los tiempos seguramente el hombre temía, como un animal salvaje que era, al fuego. Poco a poco con su evolución aprendió a dominarlo. Entonces el fuego se convirtió en una herramienta, en un útil. Servía para calentarse, para defenderse de otros animales y para dar una textura y sabor nuevo a sus alimentos. El último eslabón de esa cadena sería el hacer un uso lúdico y estético del mismo.

Pero la admiración y respeto del hombre hacia el fuego nunca desapareció. En la historia genética de la humanidad se ha mantenido la fascinación por el fuego. Ese legado ha llegado a mí a través del tiempo en una carrera de relevos, portado generación tras generación a través de pequeños cromosomas. Sirvan estas fotos como mi aportación a esta carrera de testigos.


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