domingo, 8 de junio de 2008

LA CATEDRAL PAGANA


Este vídeo es un ensayo, una prueba de lo que espero sea un proyecto gráfico de mayor envergadura sobre la ciudad de valencia.
En todo caso es mi visión particular de este maravilloso edificio. Para el que no lo conozca, la lonja de la seda es un edificio construido en los últimos años de la edad media, cuando el estilo gótico había adquirido su madurez. La vanguardia mundial de los artistas en el corte de la piedra trabajaban en la ciudad. En ese momento valencia era un próspero puerto del mediterráneo y gozaba de un poderío económico importante. Este edificio servía para hacer transacciones comerciales y también albergaba la sede del consolat del mar. Es un verdadero templo pagano que parece dedicado al único y verdadero dios al que adoran por igual todos los habitantes del planeta sin distinción de raza, condición y credo, me refiero como no al dinero. Al dinero obtenido por la prosperidad de los negocios que allí se cerraban.
La belleza de su salón columnario, de sus pórticos ornamentados y de los amplios ventanales bordados con elementos del gótico flamígero, así como sus vidrieras, nada tienen que envidiar a los templos cristianos más bellos del medievo. Los arquitectos y orfebres que hicieron posible este poema escrito en piedra, tienen un puesto por derecho en las páginas de la historia del arte, aunque los nombres de muchos de ellos se hayan perdido para siempre en el olvido. Pues entonces, al revés que ahora, la obra estaba por encima del artista. La perfección en el corte de cada una de las piezas de este gran puzle de piedra es asombrosa. Pero a mí personalmente lo que me vuelve loco son los cientos de gárgolas y esculturas que nos hablan de los vicios y pecados de la humanidad. No deja de sorprenderme, no solo la belleza y perfección de las mismas, sino que engalanen con orgullo este edificio que nació en el seno de una sociedad profundamente religiosa, pues muchas de ellas son profundamente irreverentes. Parece una gran fiesta pagana, llena de seres demoniacos y de figuras en poses casi pornográficas y enormemente provocadoras. No falta la virgen protectora que nos mantendrá alejados de todas estas provocaciones. Pero viendo la enorme belleza de estas figuras "malignas", me resisto a creer que quien las creó no sentía una cierta atracción hacia lo maligno, hacia lo dionisiaco. Se me antoja una especie de liberación de todas las represiones y prejuicios de la época a través de hermosos gritos de piedra. Que a través de sus cinceles y buriles dieron rienda suelta a aquello que la moral cristiana veía con malos ojos, pero que es imposible reprimir, como los pecados de la carne . Solo puedo quitarme el sombrero y maravillarme ante los artistas que crearon semejante maravilla y ante la sociedad que permitió y financió su construcción.

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